ADOLESCENCIA: UNA MIRADA PSICOLÓGICA A LA SERIE Y CÓMO ACOMPAÑAR A NUESTROS HIJOS

La serie Adolescencia ha captado la atención de muchos por su retrato sincero y sin filtros del complejo mundo adolescente. Con una narrativa cruda pero auténtica, aborda temas como la identidad, la presión social, la salud mental y la desconexión generacional. Este enfoque realista ofrece una valiosa oportunidad para reflexionar, especialmente desde la psicología, sobre lo que viven nuestros hijos en esta etapa vital.

Los Temas Psicológicos Clave de la Serie

1. Búsqueda de identidad

Uno de los ejes centrales de la serie es la construcción de la identidad. Los personajes transitan por la incertidumbre de no saber quiénes son ni qué quieren ser, lo cual refleja un proceso absolutamente normal del desarrollo adolescente. Desde la psicología, Erik Erikson describió esta etapa como la «crisis de identidad vs. confusión de roles», donde los jóvenes exploran distintos aspectos de sí mismos para encontrar su lugar en el mundo.

2. Presión social y redes

La presión por encajar, tanto en el grupo como en las redes sociales, está presente en casi todos los capítulos. La serie muestra cómo esta presión puede llevar a comportamientos de riesgo, ansiedad o incluso aislamiento. Es una representación fiel del impacto psicológico que tiene el entorno social en la autoestima adolescente.

3. Relaciones familiares y comunicación

Las tensiones con padres y figuras adultas reflejan un patrón frecuente en esta etapa: los adolescentes reclaman independencia mientras los padres intentan mantener el control. La falta de comunicación emocional en muchas de estas relaciones agrava los conflictos, y deja a los jóvenes sintiéndose incomprendidos o solos.

¿Qué pueden hacer los padres?

La serie puede resultar inquietante para algunos padres, pero también puede ser una herramienta de aprendizaje. Aquí dejamos tres pautas clave para acompañar a los adolescentes desde un lugar más empático y consciente:

1. Escucha activa sin juicio

Es crucial crear un espacio donde los adolescentes puedan expresarse libremente sin temor a ser juzgados o castigados. Muchas veces no buscan respuestas, solo ser escuchados. Validar sus emociones, incluso cuando no se entienden del todo, fortalece el vínculo y les brinda seguridad.

2. Hablar de lo difícil antes de que ocurra

Temas como el sexo, las drogas, la ansiedad o el bullying no deben ser tabú. La serie deja claro que si los adolescentes no pueden hablar de estos temas con sus padres, buscarán respuestas en otros lugares, a veces poco confiables. Adelantarse a estas conversaciones, con información clara y afecto, es una forma de protección.

3. Estar presentes, aunque no lo pidan

Aunque los adolescentes tienden a marcar distancia, no significa que no necesiten presencia adulta. Estar disponibles, acompañar sin invadir, mostrar interés genuino por su mundo (sus gustos, sus series, sus amistades) ayuda a que no se sientan solos. La clave está en estar cerca, pero no encima.


La serie Adolescencia no solo entretiene, también pone sobre la mesa un espejo generacional que merece ser visto con ojos atentos y corazón abierto. Como padres, acompañar esta etapa desde la comprensión emocional puede marcar una gran diferencia en el desarrollo de nuestros hijos.

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